Lecciones deportivas en el mundo laboral.
El mundo del deporte está lleno de frases y enseñanzas que aplican a cualquier ámbito de la vida, hasta a el profesional. Desde pequeños nos han inculcado que lo importante no es ganar, sino competir y participar. Porque más allá del resultado, ser parte nos deja una escuela fabulosa para descubrirnos a nosotros mismos y para probar nuestras capacidades.
Competir educa el carácter, nos enseña a ganar y a perder. Aprendemos a disfrutar la victoria y a manejar la derrota, a trabajar en equipo, respetar las reglas, conocer el precio de las trampas, sumar esfuerzos, diseñar estrategias, entrenar y planificar.
Hoy les comparto ocho lecciones deportivas muy poderosas para la vida laboral.
1. El equipo es fundamental. Alcanzar las metas por ti mismo en ocasiones suele ser muy difícil. Trabajar en equipo supone desarrollar capacidades como el respeto, compartir responsabilidades o plantear decisiones. Cuando te rodeas de buenos jugadores la consecuencia es que el equipo tira de ti para arriba.
2. Respeto por la competencia. No los veas como el enemigo, en los rivales también puedes aprender muchas cosas. Son una fuente de conocimientos si los observas desde el respeto.
3. Necesidad de emprender. Sin nuevos retos, sin nuevos proyectos es muy difícil conservar la ilusión. Se trata de poner en marcha sueños y marcarse objetivos que te permitan seguir aprendiendo.
4. Aprovechar al máximo los recursos. Tenemos que jugar con las cartas que nos han tocado. Puede que no tengamos las mejores, y que haya otras superiores en el mercado, pero son las que tenemos en ese momento. Es importante ser lo suficientemente ingeniosos para sacarles todo el provecho y conocerlas para extraer todo su rendimiento.
5. Tomar continuamente decisiones. La vida laboral y personal se basa en tomar decisiones, aceptando que te puedes equivocar pero también puedes acertar.
6. Confianza. La competición y el juego te animan a tener un pensamiento positivo sobre tus opciones. A disfrutar del esfuerzo sabiendo que quizás no alcances tu meta, pero en la convicción de que confiar en las opciones del equipo es esencial para que el éxito se consiga.
7. Saber perder. Competir enseña a convivir con la idea de que los proyectos que empiezas pueden no funcionar como tu esperabas. Los buenos jugadores suelen tener en muy buena estima a sus oponentes.
8. Celebrar. Esto es algo muy común en el deporte, pero poco en las empresas. La celebración nos da sentido a nuestro esfuerzo y supone un empujón a seguir soñando con los siguientes retos.