Haz feliz a tu gente y ellos lo harán con tu cliente.
¿Es la felicidad un tema del que debieran ocuparse las empresas?
Muchos empresarios consideran que la felicidad es algo que escapa de las obligaciones y facultades como empleador, y que más bien los colaboradores deberían llegar felices desde casa.
Es común escuchar frases como: “yo vengo a trabajar, no a hacer amigos”, o el ya famoso: “por eso te pago”. Lo cierto es que los tiempos han cambiado y que las nuevas generaciones no se conforman ya con pagar el “derecho de piso”, ni se resignan a trabajar en un lugar en el que no encuentran un propósito superior.
Hoy en día, es común que un joven renuncie porque no le diste vacaciones o porque simple y sencillamente ya no está feliz.
Ante esa realidad, ¿cuál es la postura que debe tomar la empresa? Desde mi punto de vista tiene dos opciones: seguir tratando a la gente como un número, sin brindarle un espacio para su desarrollo personal, emocional y profesional, y con ello resignarse a perder al mejor talento; o por el contrario, generar las mejores condiciones de trabajo en el que la gente trabaje a gusto y contenta, y con ello convertirse en un imán de talento.
Dentro de los elementos que tienen las empresas que mejor nivel de talento atraen, están tres: el sentido de progreso, el sentido de control y la conectividad.
En esta ocasión me referiré al sentido de progreso, que no es otra cosa que el reconocimiento constante por un trabajo bien hecho, que permite a las personas ver un futuro promisorio.
Hace poco tuve la oportunidad de participar en la premiación del equipo de Recursos Humanos de una excelente cadena hotelera, en el que todo el equipo aplaudía y celebraba el éxito y los logros de los premiados. No hay duda, el reconocimiento es uno de los elementos más importantes para lograr tener empleados felices.
Una simple frase como “un buen trabajo” puede cambiar de forma radical el estado de ánimo de la persona, pero cuando el reconocimiento se da en la manera adecuada, es todavía más potente. Hay un libro llamado “The 5 languages of appreciation at work” (Los 5 lenguajes del reconocimiento en el trabajo), el cual explica que cada persona tiene una manera favorita de recibir el reconocimiento, hay personas que les gusta el reconocimiento público, a otros en privado, a otros les gusta una buena palmada en la espalda y a otros eso mismo puede molestarles. Es tu obligación como jefe dar el reconocimiento a tu gente de la manera que cada quien lo desea, y por ende, es tu obligación investigar cuál es esa manera. Te recomiendo que simplemente le preguntes cómo les gusta que les reconozcas sus logros.
En próximos artículos estaremos hablando de los otros dos elementos: sentido de control y conectividad, así que no te pierdas esta sección y recuerda: “haz feliz a tu gente”.
Jorge Rosas
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